Pulgar para Arriba
A Julio le encantaba ver como aumentaban
los “me gusta”, se obsesionaba con los “likes” en sus estados de Facebook y
para ello era capaz de escribir cualquier cosa en éstos. Experimentaba con
frases existencialistas, postmodernistas, con juego de palabras, ironías,
humor; y siempre conseguía lo mismo: frustrarse.
Recuerdo la primera vez que sintió que era
bueno para eso, había escrito “Suelta
aunque sea mi mano; sentí metros de libertad” y en cuestión de 72 horas
ya había conseguido 7 aprobaciones. Reynaldo, su amigo número 126 le había
comentado “es indispensable el espacio
personal en las relaciones de pareja”. Julio no pudo sentirse peor al ver
que el comentario de Reynaldo había conseguido 13 “me gusta”.
Mientras transitaba su consternación, se
había hecho tarde (o temprano), eran casi las tres de la madrugada, eran las
2:48 am. – para ser exactos. Julio abrió su perfil y escribió en su estado “¿Es lunes o martes? Mi día termina en el
sueño”.
Sin éxito, solo Malena le escribió “Tengo
insomnio también”.
Así pasaron meses, él probó con todo, cuando colocó “Activar el tercer ojo,
mediante el plomo. ¿Llega la iluminación? Sí, la del final del túnel”, convirtieron su estado en un debate de tres
participantes; con un comentario acerca de la inseguridad y violencia civil de
un amigo que vivía en Caracas. Él prefirió no dar su opinión.
Al tiempo se dio cuenta que no podía conseguir lo que buscaba, tardó
algunas semanas en tratar de descubrir qué nuevo método utilizar para hacer
llegar sus palabras a la aprobación de la popularidad virtual. Un amigo le
comentó del twitter, donde a la gente no solo le gusta lo que escribes sino te pueden
seguir. Inauguró su cuenta con “La melancolía en cajas; los recuerdos en la
pared. Bender duerme bajo el sol” para hacer explícita su despedida a la
antigua red social y aventurarse en el mundo de las palabras limitadas.
Luego de twitts como “Elijamos el
cielo como nuestro espacio de neutralidad; donde cada quien lo ve como quiere”,
que tuvo dos re-twitts, o “En este mundo
sin memoria, ignorar (me) es más fácil” que consiguió ser retuitiado más veces que el
mencionado anteriormente, se dio cuenta que no lograba conseguir ser un ‘hashtag’
o un ‘trending topic’ y no soportó la
presión, decidió cerrar su cuenta en twitter también.
Lo único que no eliminó con la ley
para protección de datos de internet fue una foto de una trenza de zapato, en
Hi5, con el comentario:
“Una cuerda es una bala”*, un
suspiro lo que aprieta
Hasta que los pies caminan sobre el
aire, sobre la nada.
Allí donde te encontré, sin tu
sombra, sin silueta.
Reynaldo, su amigo, fue el último en verlo, Julio ya no tenía vida
virtual y se había hecho un tatuaje en el pecho que decía “Hay gente que merece más que una simple y elaborada ironía”. Otros, en cambio, un pulgar para arriba.
* Frase tomada del tema "Tres Agujas" de Fito Paez.
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